Ahora, ocurre un fenómeno extraño: Si uno sumerge un cuerpo
en agua, da la impresión de pesar menos, las cosas parecen ser más
livianas si están abajo del agua. Pero cuando colocas el objeto en el
agua, la mueves para hacer espacio para el objeto. La gravedad obliga a un
objeto a bajar en el agua. La flotabilidad, una fuerza
que los líquidos poseen para hacer que los objetos de menor densidad suban a la
superficie, lo obliga a volver a la cima.
Veamos por qué pasa esto:“ no es que los cuerpos sumergidos pesen menos”, es el mismo peso, lo que pasa es que al ponerlo en el agua, el cuerpo recibe una fuerza hacia arriba llamada EMPUJE. Como esta fuerza empuja para arriba, el cuerpo da la impresión de pesar menos.
Algunos cuerpos, al situarlos sobre el agua, se mantienen sin hundirse: decimos que flotan. Otros cuerpos no flotan, se hunden. Podemos conseguir que algunos de estos cuerpos que se hunden lleguen a flotar dándoles la forma adecuada. Es el caso de los barcos que, aunque están fabricados con hierro (un material muy pesado), son capaces de flotar debido a la forma que tienen.
¡Vamos a crear nuestros propios barcos!
1. Tomar varios bloques de plastilina del mismo tamaño. Hacer con ellos pelotitas e introducirlas en un recipiente con agua. ¿Flotan? ¿Se hunden? Habrán comprobado que todas ellas se hunden.
2. Tomar una de las esferas de plastilina y darle forma aplanada (parecida a un plato o bandeja). Tratar de situarla sobre la superficie del agua. ¿Qué creen que pasará? ¿Flotará? ¿Se hundirá?
3. Si no logran hacer flotar la bandeja de plastilina, seguir intentándolo hasta conseguirlo, cambiando de forma y tamaño.
4. Cuando consigan varios "barcos" de plastilina, pueden hacer, con los compañeros, un concurso de habilidad: ¿Quién conseguirá el barco capaz de transportar mayor número de clips?
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